Viernes, 04 Julio 2014 09:01

Boda con sabor a Málaga (I)

Este post es diferente a muchos de los que hemos escrito porque os vamos a contar como vivimos los preparativos de una boda muy especial y llena de magníficos detalles.

Todo apuntaba maneras: la preboda, la Iglesia, el sitio escogido por los novios para la celebración y, sobre todo, la cantidad de detalles que tenían en mente y que, como por cuestión de tiempo iban algo apurados, decidieron recurrir a nosotros. ¡Imaginaros!…  Nosotros encantados de poder ayudar en algo que nos apasiona y que sabemos que es tan especial para los novios en uno de los días más importantes de sus vidas.

El sitio escogido por los novios para celebrar la preboda, es un sitio lleno de historia y con mucho encanto de Málaga: el Balneario  de los Baños del Carmen. La invitación lo decía bien claro: “Había que asistir de blanco” y, tenemos que decir a favor de los invitados, que todos cumplieron con el protocolo exigido. La cena estaba deliciosa, la noche de Málaga espectacular, el sitio si cabe más aún y los que destacaban entre todos eran ellos, los novios. Un detalle: la novia estaba guapísima con el vestido que su madre lucio el día de su boda.

Pasada la media noche hubo un momento precioso regalo de una amiga de la novia, lanzar velas balinesas junto a la orilla del mar, “una vela un deseo”.

Y esto que vamos a contar se queda en petit comité, entre vosotros y nosotros, la fiesta acabo para algunos a altas horas de la madrugada con improvisados artistas, cantando flamenquito, bailando y tocando el cajón…

Y por fin llego el día “B” que lo llamamos las wedding planners, el día de la boda, ¿nervios?… No, todo estaba bajo control, o al menos eso parecía, detrás de ese día, había muchas horas de trabajo y decisiones tomadas que ya no tenían vuelta atrás. Meteorológicamente… ¿Qué se podía esperar de final de junio y Málaga?… ¡Calor! ¡Mucha Calor!

Pero para combatir ese calor, teníamos en la puerta de la Iglesia unos bonitos abanicos, pintados a mano por la madre de la novia, no os digo más, esa señora se merece toda nuestra enhorabuena por su buen gusto y por su paciencia infinita para pintar a mano más de doscientos abanicos, ¡Quedaron preciosos!

Pasadas las 19:00h ahí estaba ella, la novia, entrando en la Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria, guapa es poco lo que le podría decir, estaba preciosa, por supuesto que no olvidamos a José Luis, el novio, que estaba impecable con su chaqué, pero él estará de acuerdo con nosotros que Rocío estaba impresionantemente guapa.

Pasadas las 20:00h y con la sintonía de Piratas del Caribe que interpretaba un cuarteto de música clásica salían los recién casados de la Iglesia. Tenemos que comentar el coche de los novios: una furgoneta hippie Volkswagen donde se fueron los padres y los novios. ¡Monísima!

La próxima semana os seguiremos contando más detalles de esta boda tan especial.