¡Muy buenos días!

Terminado el año 2015, nos ponemos a contaros las maravillosas bodas que tuvimos el año pasado y comenzamos con la primera boda: la de Raquel y Antonio.

Cuando Raquel se puso en contacto conmigo,  me dijo que la ayudara a organizar su boda, me comentó que tenía poco tiempo y que era una novia desastre, cosa que finalmente no estoy de acuerdo porque quedó todo muy bonito y tuvieron muchos detalles con sus invitados. ¡Eso nos encanta! Unos novios comprometidos con el paso que van a dar e implicados con los detalles de su boda, pues así eran nuestros novios, eso sí, tenían algo que hasta ahora nunca había tenido en ninguna de mis bodas anteriores: una niña pequeña llamada Carolina.

Nuestras reuniones giraban en torno a ella, “ahora tiro la taza del café de mamá”, “ahora me pongo a jugar con las invitaciones”… Fue muy divertido y debo de reconocer que Carolina  se portó fantásticamente bien, seguro que cuando me veía decía: “ya está la pesada esta que me roba a mis padres algunos fines de semana”; y, en especial, a su madre… ¡Santa paciencia que ha tenido esta criatura en nuestras reuniones!

Muchos os preguntaréis el por qué del título de nuestro post. Pues bien, me lo dejaron bien clarito en la primera reunión: Antonio y sus amigos son madridistas hasta decir ¡basta! Yo pensé: “bueno, ¿pero tanto, tanto como para decorar algo de la boda del Real Madrid? ¡Ilusa de mí! Un poco más y la celebramos en el Santiago Bernabéu…

La fecha la tenían, la iglesia y el lugar de celebración también, así que nos pusimos manos a la obra a dar ideas a Raquel y Antonio.

El vestido de novia de Raquel era de Rosa Clará: ¡espectacular! Debo decir que es uno de los vestidos más bonitos que he visto en la colección del año pasado, así que Raquel acertó 100 x 100 ;)

Y hasta aquí os puedo contad en este primer post de la boda de Raquel & Antonio, la próxima semana más y mejor, os dejamos con algunas de las imágenes. 

FOTOS: MIGUEL MOYANO